¡Hola mis cocineros!
Hoy vengo con una receta que nos ayudará a sacar buen partido a una carne muy saludable. Vamos a cocinar conejo en una salsa de champiñones portobello (de mis favoritos). El sabor es increíble, junto con el foie y el aroma a vino blanco... ¡una delicia!
Espero que os animéis a hacerla, y que me dejéis vuestros comentarios en el post.
¡Manos a la obra!
Ingredientes (4 personas)
1/2 conejo troceado
2 dientes de ajo
2 cebollas moradas
250 gr de champiñones portobello
1 vaso de vino blanco (o jerez, o brandy, o pedro ximenez...)
22 gr de foie (4 rodajas +/-)
650 ml de agua
1/2 pastilla de caldo de pollo
Harina y/o maizena
Tomillo en rama (decorativo)
Aceite de oliva, sal y pimienta
Sugerencias: también podemos acompañar la salsa con unos piñones o unas almendras crudas, echándolas en la cazuela en el momento de cocer el conejo.
Elaboración:
Empezamos limpiando el conejo (retirando los órganos que puedan tener las tajadas), ya que en este caso, la carne no tiene casi grasa.
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En algunas recetas se utiliza el hígado para hacer el "majao", pero en esta ocasión opté por utilizar foie. |
Ponemos una cazuela a fuego medio-alto con un buen chorro de aceite de oliva, salpimentamos las tajadas y doramos durante unos 10 minutos. Una vez estén doradas, retiramos y reservamos.
En esa misma cazuela, doramos los dientes de ajo laminados. Cuando éstos estén al punto, añadimos las cebollas cortadas en juliana, y rehogamos durante unos 10 minutos a fuego medio, hasta que las verduras estén tiernas. En ese momento añadimos los champiñones laminados, y dejamos cocinar otros 10 minutos o hasta que éstos hayan perdido el agua. Mientras doremos las verduras, desglasaremos el fondo de la cazuela con el jugo que haya soltado el conejo.
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Debemos tener en cuenta la variedad de hongo con el que trabajemos. En este caso, el portobello posee menos agua que la variedad común de champiñón blanco. |
Cuando veamos que todas las verduras están pochadas será el momento de añadir el vaso de vino blanco a la cazuela. Removemos y dejamos reducir unos 2 minutos.
Mientras se reduce el vino, vamos a ir preparando el foie que utilizaremos en la salsa. Lo sacamos en ese momento del frigorífico (para que esté lo más terso posible), y cortamos unas 4 rodajas, y éstas a su vez en dados pequeños. De esta forma al cocinar la salsa se integrará con el resto de ingredientes.
Una vez reducido el vino, añadimos una cucharada colmada de harina y removemos. Añadimos entonces las tajadas de conejo a la cazuela, el agua con la pastilla de caldo de pollo, el foie troceado y salpimentamos. Mezclamos bien y dejamos cocinar a fuego bajo durante una hora con la cazuela tapada.
Pasada esa hora, probamos la salsa para corregir o espesar si fuese necesario, y...voilà!
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