Berenjenas gratinadas al horno



¡Hola cocineros!
Hoy os traigo una receta de esas sencillas, pero que donde va, triunfa. 
Y es que, ¿a quién no le agrada una berenjena? Si tú eres uno de ellos: uno, no te han preparado este plato y por eso no eres un amante de esta hortaliza verdivioleta; y dos, ¿a qué esperas?
Coge papel y lápiz, y ¡apunta! 

Ingredientes (para 4 personas):

2 berenjenas
2 dientes de ajo
2 latas de atún en aceite de oliva
1 cebolla
150gr de tomate frito
Perejil fresco
Queso para gratinar
Aceite de oliva, sal y pimienta


Para la salsa bechamel:


50gr de mantequilla
2 cucharadas colmadas de harina
300ml de leche
Clavo y nuez moscada (al gusto)

Elaboración:

Nuestro primer paso será precalentar el horno a 180 grados (calor arriba y abajo) mientras preparamos el resto de ingredientes. 

Vamos a hornear brevemente las berenjenas, por lo que necesitamos prepararlas. Las lavamos con abundante agua, les cortamos la cabeza y las partimos por la mitad en partes iguales. Una vez partidas, con un cuchillo pequeño (tipo pelador) vamos a hacer incisiones creando una cuadrícula.


En una bandeja apta para horno, vertemos un chorro de aceite de oliva, y pincelamos por toda la superficie. Colocamos las berenjenas, y horneamos unos 20-25 minutos (hasta que veamos que estén tiernas).



Una vez las berenjenas estén listas, las sacamos del horno y dejamos reposar unos minutos para que se enfríen (el horno podemos dejarlo encendido al mínimo, para no perder calor). Extraemos la carne con ayuda de una cuchara, y reservamos, ¡tanto el contenido como el continente! (carne y cáscara).


¡Es momento de preparar nuestro rico riquísimo relleno! Ponemos una cazuela al fuego con aceite, machacamos los ajos y los prensamos para verterlos una vez esté caliente. Los doramos a fuego medio.

Mientras se cocinan, vamos picando la cebolla en brunoise y reservamos hasta que los ajos estén listos. Entonces, la añadimos y sofreímos unos 10 minutos.


Mientras la cebolla se cocina, vamos picando la carne de la berenjena. Ésta será nuestra protagonista, y la añadiremos a nuestro relleno cuando la cebolla esté bien pochada.

La forma en que piquemos la berenjena es cuestión de gustos. A mi personalmente me gusta picarla muy menuda, ya que así se integran mucho mejor todos los sabores y no se aprecian las texturas.
Cuando todas las verduras estén listas, añadimos el tomate frito y sofreímos un par de minutos a fuego medio. Añadimos por último el atún y el perejil, salpimentamos y reservamos.


Es momento de preparar la bechamel. Ponemos en una cazuela pequeña la cucharada de mantequilla y dejamos que se derrita. Añadimos las dos cucharadas de harina, y removemos sin parar hasta que se integren. Tostamos un par de minutos a fuego medio para que pierda el sabor a crudo sin parar de remover.

Las semillas de clavo las utilizo para infusionar la leche al hacer la bechamel.

Entonces, añadimos de dos tandas la leche, siempre sin parar de remover. Una vez la bechamel esté lista, salpimentamos y añadimos nuez moscada (al gusto). 

Vertemos la bechamel sobre el relleno que reservamos, lo integramos y con ayuda de una cuchara, vamos rellenando cada mitad.


Coronamos con el queso, y gratinamos unos 20 minutos a 180 grados. 


El resultado es crujiente y cremoso, dulce y salado a la vez.

Espero que os guste esta receta, que os hagáis unos amantes de la berenjena como yo, y que comentéis y compartáis en las redes sociales.
Nos vemos la semana que viene! :)

Buon appetito!

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